lunes, 3 de abril de 2017

Los picapedreros

Bueno, este vocablo de picapedrero no define exactamente el significado del trabajo que realizaban los ganaderos  de mi relato. Sobre la marcha  lo iremos aclarando y  precisando.


Datamos estas escenas  a mediados del pasado siglo y la ubicamos en un aldea de alta montaña de la Galicia Interior. Pueblo de pastores y ganaderos casi como única actividad. 

El verano

Durante el verano unos pocos cientos de ovejas y  unos pocos menos cientos de vacas salen cada mañana hacia el monte. Allí  pacen libremente  y retornan  para sus establos al atardecer, antes de que la noche caiga sobre el poblado.





Durante estos meses la hierba es abundante y estos animales pacen hasta que se hartan. Los numerosos manantiales  de agua  completan su alimentación y con estos abundantes recursos la cabaña de ovejas y vacas se mantiene y progresa sin dificultad.

El invierno

Otro panorama se presenta en los meses del más crudo invierno. Las intensas nevadas cubren totalmente los pastos y las temperaturas con valores de muchos grados bajo cero, impiden la salida de las reses al monte  quedando estabuladas durante largas temporadas.


El heno  que se había segado durante el verano y la paja de centeno abastecen las necesidades alimentarias del ganado pero no hay suministro cercano de agua, especialmente para las vacas. La fuente y pozo contiguo estaban alejados de los establos.
Dado que el agua no podía llegar hasta el ganado, es el ganado el que va cada mañana hasta la fuente para abrevar y regresar de nuevo hacia su  establo.
Estas escenas del continuo paso de animales por cerca de mi casa  son la que pretendo recordar aquí. Los  caminos sirven de paso a personas, animales, carros de vacas y a las aguas de las abundantes lluvias. Pero no son  precisamente caminos fáciles. Fuertes pendientes de resbaladiza piedra  y grandes charcos de agua  invaden  gran parte de la calzada.

Abriendo caminos en el hielo

Durante  el invierno estas balsas de agua se congelan y se cubren con una gruesa capa de hielo; situación que impide el  caminar de estos animales con el riesgo de peligrosos resbalones y  caídas.


Estos sufridos ganaderos solucionan  el problema preparando  con anterioridad el camino.
Al amanecer, antes de la salida del ganado, se desplazan al abrevadero un grupo de hombres armados con picos y van  desmenuzando esta capa superior para así romperesta deslizante superficie. Preparado ya el terreno empiezan a salir en fila india todas las vacas desde sus establos hacía la fuente  próxima. Se mueven  en fila, nerviosas, asentando sus pezuñas  en el camino abierto en el hielo para evitar resbalones. Otra fila de animales regresa al establo después de abrevar.

Sonidos de tierras duras y hombres bravos

 Recuerdo también los  sonidos: mugidos de vacas sedientas que saben ya próxima el agua, los últimos golpes de las piquetas sobre el  hielo, rumor de voces quedas, ese otro mugido de sed saciada, satisfecha  y el extraño sisear de las pisadas sobre la nieve virgen de la mañana.