sábado, 5 de enero de 2019

El Graf Zeppelin sobrevuela Pontecesures

Un niño de 5 años ve pasar un gran globo por encima de su su escuela

Con este título quiero dar paso a uno de los recuerdos más lejanos en mi memoria. Se trata del encuentro con aquel enorme aparato volador que surcó los cielos durante el primer tercio del siglo XX.


El gran Graf Zeppelin

Aclaremos primero el tema para su mejor comprensión.
Los técnicos de la aeronáutica alemana consiguieron construir enormes aparatos voladores con propulsión propia. El más famoso fue el Graf Zeppelin, el dirigible, que durante su vida útil realizó 590 viajes, dio varias vueltas al mundo recorriendo un total de 17 millones de km.



Se sustentaba en el aire mediante varios ciento de miles de metros cúbicos de hidrógeno, gas mucho más ligero que el aire que respiramos y que almacenaba en sus bodegas.
Tuvo su trágico fin en la ciudad de Hindenburg al incendiarse el inflamable hidrógeno el día seis de mayo de 1937. También el trágico fin de 13 pasajeros y 23 tripulantes. Así remató la aventura de este coloso y también el fin de de esta técnica de vuelo.



Toda esta información fue recogida de los registros históricos de esa época pero queremos concretar más el tema de los dirigibles recuperando información de la prensa gallega, especialmente la del PUEBLO GALLEGO  que relata con detalle el paso del zeppelín volando muy bajo por los cielos de la ciudad de Vigo en una de sus vueltas al mundo. Su paso causó miedo y asombro de los vigueses y pueblos cercanos.

Este acontecimiento fue publicado con todo detalle el día 9 de agosto de 1929 y en él se especifica que  este dirigible transportaba 41 tripulantes, 20 pasajeros y tres señoritas japonesas.





Además de las informaciones recuperadas de la prensa, debo aportar curiosos datos del paso por Galicia de una de sus vueltas al mundo. Informaciones personales que recupero de mi memoria.
´

El paso del Graf Zeppelin interrumpe el recreo


Este redactor disfrutaba de la hora de recreo en la escuela de don Adolfo. Había ya cumplido los cinco años y recuerdo que, en un momento, todos los niños pararon en sus juegos y miraban admirados para el cielo.

Por el horizonte se venía acercando un enorme aparato que volaba en dirección hacia Santiago, procedente del punto geográfico Suroeste, como si viajase en ruta de Vigo- Santiago. El objeto era alargado y muy brillante por el reflejo de los rayos solares.
Asustados, llamamos al maestro.
Don Adolfo se pone las gafas y contempla con detalle y un poco inquieto  ese objeto volador. Nos explicó que se llamaba el dirigible y que era un   invento alemán. Durante largo rato seguimos la marcha de este aparato volador que majestuosamente se fue perdiendo en el horizonte.





La vaca voladora

Terminada la clase volvimos para nuestras casas. Allí comentamos este acontecimiento. Días después nos fuimos enterando del enorme impacto que dejó en la población y las interpretaciones de las gentes fueron variadísimas.

La mayoría de la población rural consideró este objeto volador como un animal doméstico que se iba para el cielo. Otros le daban una interpretación  divina, como si fuese un castigo de Dios y el fin del mundo por nuestros pecados.

                        Este redactor de aquella no tenía todavía  opinión. Pero ahora, en el momento de redactar este acontecimiento, puede decir con toda rotundidad que es el único espectador vivo que puede dar fe del paso del Graf Zeppelin por los cielos gallegos. Y que las cosas no cambien.


No hay comentarios:

Publicar un comentario